
Elegimos uno de nuestros días de vacaciones para visitar Bilbao, nos pareció una ciudad distinta en cuanto en entramos, nos envolvió en un ambiente acogedor y relajado, quizá lo que mas nos llamo la atención fue su diseño, respetando su entorno verde y apacible pero sobretodo todo su gastronomía, visitamos muchas tabernas típicas de la ciudad buscando sus famosos pinchos bañados por estupendos vinos. Después de llenar nuestros estómagos nos fuimos a recorrer el casco antiguo, para satisfacer nuestra curiosidad, pienso que donde de verdad puedes descubrir una ciudad es en su centro histórico, y como era de esperar no nos decepciono.
En una ciudad donde sólo tienes que decir una palabra para que la gente se acerque, sólo se pueden ver dos cosas: buen ambiente y diversión. En cualquier tasca te puedes encontrar grupos de amigos charlando alrededor de una botella de sidra y sus buenas tapas.
En una ciudad donde sólo tienes que decir una palabra para que la gente se acerque, sólo se pueden ver dos cosas: buen ambiente y diversión. En cualquier tasca te puedes encontrar grupos de amigos charlando alrededor de una botella de sidra y sus buenas tapas.
La oferta hotelera es inmejorable y puedes encontrar el que mas te convenga en el momento de tu viaje.
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